La Cumparsita 在西班牙文的意思是同伴 ~童年時代,能聽到早期的探戈舞曲不多
~這首是在台灣流傳頻率較高的,也因此,如今聽來竟揉合童年的生活記憶---有如拉丁故鄉的鄉音---它就像國/台/日語/流行曲---
夾帶著當年生活的種種密碼---這時,我不由得要對音樂含帶歷史記憶的部份,向音樂深深的致謝~也向我那有拉丁記憶的童年特殊區塊致敬-----
十七歲的建築系學生 赫拉爾多在1916年狂歡節,即興而作,以20披索代價賣出---這個曲子----經後人潤飾----最後成為探戈舞曲經典作品,並且在1998年成為烏拉圭
國歌-----
La Cumparsita. Un himno escrito por un "gurí" de 20
El tango, salido de un piano de cartón, está
cumpliendo 95 años de vida
La primera partitura del "himno de los
tangos" fue escrita por la hermana de Matos Rodríguez mientras
éste la "tocaba" en un teclado de cartón, postrado en una
cama. "Becho" era un "gurí" de 20 años. Poco
después, se estrenaba "La Cumparsita".
ANDRÉS LÓPEZ REILLY
"La primera cualidad es la sencillez absoluta de la
partitura. La segunda, sus notas que tocan resortes interiores muy
cálidos de cada uno. Hay composiciones en tonos menores que son como
`tristes`, pero La Cumparsita está en tonos mayores y es muy `para
arriba`, a pesar que tiene pasajes de una tristeza increíble".
De esta manera Rosario Infantozzi, sobrina nieta del Gerardo Matos
Rodríguez, explica a El País la vigencia de La Cumparsita, el
"himno de los tangos", que está cumpliendo 95 años de
vida.
"La Cumparsita la escribió un gurí de 20 años que se creía
condenado a muerte, porque estaba enfermo y creía que tenía
tuberculosis. Para mí, esa es la mejor explicación de por qué
escribió algo tan intenso", agregó Infantozzi, autora del
libro "Yo, Matos Rodríguez, el de "La Cumparsita"
(Ediciones de la Plaza, 1992).
El joven Gerardo ("Becho" para los amigos) era hijo de
Emiliano Matos, propietario de un cabaret que llevaba el poco
original nombre de Moulin Rouge. Hacia 1916, su vida cambiaría para
siempre: sin mayores herramientas musicales, ya había creado el
tango más importante de la historia.
No sabía escribir música, pero su hermana sí. Y estaba tan
enfermo que ni siquiera podía levantarse para ponerse al piano.
Pintó entonces las teclas de un piano en un pedazo de cartón que
apoyó sobre su falda en la cama y "tocó" silenciosamente
las notas que su hermana -una joven como él- anotó en un frágil
pentagrama.
"Fue una especie de travesura de dos hermanos en la hora de
la siesta", opinó Infantozzi.
Pero las notas per se, en el papel y sin clave musical, no
alcanzaban para definir una canción, por lo que el joven silbó la
melodía para su hermana.
"Ella se enojó muchísimo con él, porque en ese momento un
tango no era algo que una chica de familia pudiera tocar. Y mucho
menos escribir", comentó su descendiente.
En 1917, La Cumparsita fue "oficialmente" presentada en
sociedad. Ocurrió en el café La Giralda (foto) -ubicado en el sitio
donde hoy se encuentra el Palacio Salvo- y fue ejecutada por el
cuarteto que encabezaba un músico de vasta experiencia de la época:
Roberto Firpo.
EL MITO. La historia más o menos conocida dice que "Becho"
compuso La Cumparsita para la Federación de Estudiantes del Uruguay.
Y que fue una marcha -o "marchita" según sus detractores-
para una comparsa carnavalera formada por sus amigos y compañeros.
"Allí viene la cumparsita de los estudiantes", habría
dicho uno de ellos, fijando el nombre con el que se conoce la obra.
Es cierto que La Cumparsita de Gerardo Matos Rodríguez era una
canción -si se quiere- para bailar, porque originalmente carecía de
letra. Pero no fue una marcha, como se sostiene popularmente
"Mi abuela nunca en la vida salió a la prensa, salvo una
vez, por la década del `60, porque Firpo dijo: `a mi me trajeron una
marchita y yo la convertí en tango`. Si no hubiera sido un tango, mi
abuela no se hubiera enojado. Yo tengo notas de prensa del doctor
Introini, que fue uno de los compañeros de la Federación de
Estudiantes, quien estaba en el momento en el que él la tocó por
primera vez y fue uno de los que le puso el nombre. Él dice que es
un error considerar que era una marcha de Carnaval. Pero se ha ido
desvirtuando y la gente lo baja así de Internet", aclara con
contundencia Infantozzi.
CONTROVERSIA. La partitura original de La Cumparsita fue ajustada
con su clave por Carlos Warren -la hermana de "Becho"
tampoco tenía conocimientos musicales profundos- con la esperanza de
que Firpo la incluyera en su repertorio.
Así lo hizo el autor de "El amanecer", pero no sin
antes agregarle un "contracanto", para que se luciera su
violinista, que tendía un manto de melancolía sobre los compases
originales lucubrados por "Becho".
Así nacería la primera versión de centenares que existen hoy
día de este tango reverenciado por músicos de todos los rincones
del mundo.
Pero Firpo se encargaría después de arrogarse la autoría de La
Cumparsita tal cual hoy la conocemos. Así lo comentó el músico en
una oportunidad:
"Yo actuaba en el café `La Giralda` de Montevideo, cuando un
día llegó un señor acompañado de unos quince muchachos -todos
estudiantes- para decirme que traían una marchita y querían que yo
la arreglara porque pensaban que allí había un tango. La querían
para la noche, porque la necesitaba un muchacho llamado Matos
Rodríguez. En la partitura en dos por cuatro aparecía un poco la
primera parte y en la segunda no había nada. Conseguí un piano y
recordé dos tangos míos compuestos en 1906 que no habían tenido
ningún éxito: `La gaucha Manuela` y `Curda completa`. Y le puse un
poco de cada uno. A la noche lo toqué con (los músicos) `Bachicha"
Deambroggio y `Tito` Roccatagliatta. Fue una apoteosis. A Matos
Rodríguez lo pasearon en andas. Pero el tango se olvidó, su gran
éxito comenzó cuando le adosaron la letra de Enrique Maroni y
Pascual Contursi".
LA LETRA. Pocos, de este lado del Río de la Plata, recuerdan a
Pascual Contursi, muy famoso en Argentina. Pero muchos conocen y aún
utilizan la expresión "que me Contursi", que se origina a
partir de su nombre.
"En el año 1917, Contursi empieza a ponerle letra a tangos
que ya existían, como por ejemplo `Mi noche triste`. Lo hacía sin
la autorización de los autores, pero a nadie le importaba mucho en
ese entonces porque no se cobraba como hoy por los derechos de autor.
El tema es que cuando él le cambia el nombre y le pone `Si
supieras`, la cosa cambia, porque La Cumparsita ya era un tremendo
éxito y había mucha plata de por medio", recuerda Infantozzi.
Lo cierto es que a Matos Rodríguez nunca le gustó la letra que
Contursi le puso a su obra magna, y que grabó hasta el mismísimo
Carlos Gardel.
En un viaje realizado a París en 1924, Matos Rodríguez se cruzó
con el "Zorzal Criollo" y le expresó su malestar. "Hacele
vos una letra que yo te la canto y la grabo, y destruyo después las
otras placas", le habría dicho el "Mago", con su voz
engolada, al autor de La Cumparsita.
"Becho" atendió la sugerencia, pero por desencuentros
primero y la muerte de Gardel después, éste nunca llegó a cantarla
como hubiese querido su creador. De haber ocurrido, seguramente hoy
nadie recordaría los versos "Si supieras / que aún dentro de
mi alma...".
EL TANGAZO
Dedos y oídos de un maestro
La primera edición sonora de "La Cumparsita", en la
vitrola que perteneciera a Gerardo Matos Rodríguez. Se encuentra en
el museo de Agadu (Canelones 1130), donde también se exhibe otra
"joyita": el armonio de viaje -con fuelle- marca Mannborg,
que el "Becho" utilizaba para componer en los camarotes, en
viajes de barco que sin problemas podían demorar 20 días.
La casa en la que vivió el "Becho"
En la calle Nueva York a la altura del 1415, entre Yaguarón y
Javier Barrios Amorín, se encuentra la casona de dos plantas en la
que vivió hasta su muerte, en 1948, el creador del tango "La
Cumparsita", Gerardo Matos Rodríguez. La propiedad fue salvada
de un estado absolutamente ruinoso por Luis Garisto, exjugador de
Defensor y Peñarol. Garisto es un reconocido coleccionista y
fanático de la obra del genial "Becho".